100 años del movimiento evangélico femenino (V)

8 noviembre, 2021 Cita

100 AÑOS
LAS RAÍCES PROFUNDAS PRODUCEN BUENOS FRUTOS
LA SEMILLA CAYÓ EN BUENA TIERRA Y NACIÓ Y LLEVÓ FRUTO.

Como se ha visto, durante décadas las mujeres evangélicas se unieron para trabajar bajo el lema Para amar y servir. Fueron varios los sitios en los que dejaron sus huellas.

A través de LUME colaboraron con la “Unión Cristiana contra los Males Sociales”, organizaron cultos especiales como el de Hermandad para la Paz, ayudaron al Hospital Evangélico, al Banco de Sangre y a la “Lucha contra el Cáncer”. Incluso estuvieron vinculadas a la Liga Argentina de Mujeres Evangélicas (LAME), por intermedio de la revista Guía del Hogar.

En cuanto a la Obra Carcelaria, luego de cerca de tres décadas, en 1986 hubo que suspender sus actividades. Ya no era tan fácil acceder al recinto carcelario de Punta Carretas, por otro lado los reclusos, que antes asistían a las reuniones, habían sido liberados. Una vez concluida esta labor se agradeció a la Sra. Eudoxia Pérez de Svetogorsky, quien con toda dedicación dirigió esta obra durante tanto tiempo, también a la Mayora Tournou y el Capitán Rapass, ambos del Ejército de Salvación, a la Asociación de Pastores y al pastor Guillermo Milován de la Sociedad Bíblica del Uruguay. Es necesario mencionar al pastor Walter Pressa y a la Sra. Cristina de Corvino los que dedicaron tiempo y esfuerzo en este ministerio cristiano. Si bien algunos nombres resaltan en el trabajo carcelario fueron muchas las personas que colaboraron a través de los años.

En 1986, en la Asamblea de LUME estuvieron presentes solo cinco denominaciones afiliadas. Por eso, se dedicó un tiempo para reflexionar sobre el futuro de esta organización concluyendo que, a pesar de la disminución de las entidades afiliadas, se seguiría adelante. Entre las diversas actividades se continuaban celebrando el Día Nacional de Oración y el Día Mundial de Oración.

Cecilia Malán de Griot

El Día Nacional de Oración surgió de una idea presentada a la Asamblea de LUME en 1964 por la Sra. Cecilia Malán de Griot, de la Iglesia Valdense. Se celebraba anualmente y en cada ocasión era preparado por una entidad diferente de las que formaban LUME.

En 1972 se había fijado una fecha para celebrarlo pero hubo de posponerse la actividad por el paro de ómnibus, algo muy común en aquel entonces, época de conflictos, huelgas, paros, violencia. Al hacerlo:

“Se elevaron fervientes oraciones pidiendo a Dios sabiduría y mente abierta para comprender el rol que nos toca vivir en nuestro país.”

LUME se adhirió al Día Mundial de Oración recibiendo los programas y enviando una contribución anual. En 1993, en Asamblea de LUME, nuevamente se trató el tema de si continuar o dar por concluido el período de servicio de la institución, ya que había disminuido la asistencia de grupos afiliados. Después de oración e intercambio de ideas y viendo que LUME ya no podía cumplir en plenitud la visión y obra para las que había sido formada, se decidió el fin de esta organización. Como dice el Eclesiastés:

Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Eclesiastés 3, 1.

Si bien LUME concluyó su existencia, se continúo con la celebración de los días Nacional y Mundial de Oración. Para esos fines se nombró un Comité uruguayo, quedando como Coordinadora la Sra. Elisabeth Lindenberg de Del Monte, de la Iglesia Valdense.

El Día Mundial de Oración continúa hasta el presente, es una actividad ecuménica ya que se han unido personas de la Iglesia Católica Romana. Las entidades pueden cambiar de nombre pero el trabajo de las mujeres cristianas continúa, no se detiene y ya cumplimos 100 años.

A Dios sea la gloria.

Celebraciones del Día Mundial de Oración siglo XXI