Despedida a dos pastores
José Beltrami
24-04-1940 | 12-04-2020 (Domingo de Pascua)
Hijo de una familia Metodista, tuvo 4 hermanas y dos hermanos. Una familia de escasos recursos, pero su madre y padre con mucha fe, trabajaron mucho para poder educar a sus hijos. Todos asistieron a la Escuela Dominical de la Iglesia de Peñarol, (ahora Betel). Una compañera afirmó que era muy buen amigo y juntos se divertían mucho.
Ingresó a la Facultad Evangélica de Teología. Su año de práctica fue en la Iglesia de Salto bajo la supervisión del pastor Eugenio Stockwell, a quien siempre admiró profundamente.
Fue pastor de varias Iglesias del Uruguay. Paysandú donde se le recuerda con un mucho afecto por personas de aquellos años. Durante algunos años fue Director de Crandon Salto.
Presbítero responsable de Oscar Villagrán en Bella Unión, en los años difíciles de la dictadura. Fue pastor de otras Iglesias Trinidad, Central y la última fue Betel. Una persona metodista se refirió a él, como un pastor lleno de vitalidad y fuerza.
Estuvo al frente de las Sociedades Bíblicas del Uruguay durante 20 años.
Nuestra oración por su esposa Marta Félix y sus hijos Roberto ahora pastor en Francia y su hija Ana que trabaja en el Hospital Evangélico.
Diego Frisch
Yamandú Rey
04-12-1925 | 16-02-2020
Un caballero 100% pastor
Varias veces pudimos ir juntos al Museo del Carnaval porque a él le encantaba escuchar a las murgas con sus cuplés, salpicones y retiradas. Así, en ese mes que él tanto disfrutaba, en febrero, época de Carnaval en nuestro país, el pastor Rey hizo “su retirada” de este mundo.
Se nos adelantó en el viaje, pero dejó un legado colmado de cariño, comprensión, solidaridad, respeto, entrega y compromiso, esparcido por todos los lugares en los que estuvo. Un legado que se percibe en los testimonios de la gente que lo conoció, lo quiso, o fue pastoreada por él, y que maravillan el alma al ser oídos.
Su vida fue como una planta de lavanda: siempre aromática, siempre fresca, siempre útil. Con el perfil superbajo que tenía nadie me creería si digo que se podría escribir un libro con sus historias y vivencias. Un grande entre los grandes de la Iglesia, humilde, sabio y repleto de buen humor para enfrentar cualquier situación.
Por donde anduvo dejó huella, con su pensamiento siempre alineado a su actuar, y su forma de hacer las cosas a la manera de Jesús.
Ministraba donde lo enviaran las autoridades, pero prefería trabajar con los sectores más desfavorecidos porque se sentía verdaderamente identificado con esa labor. Le gustaba predicar, hacer estudios bíblicos y sobre todo, visitar a las personas para charlar, conocerlas y acompañarlas.
Tuvo un largo ministerio en nuestra Iglesia Metodista, fue pastor en varias iglesias del interior y de Montevideo. Fue presidente de la Iglesia por 3 períodos consecutivos, desde 1988 hasta 1994.
Siempre recordaba con mucho amor su pasaje por las iglesias de Sarandí Grande, Durazno, Trinidad, “San Pablo” y, sobre todo, “Casa de la Amistad” en el Cerro, donde llevó a cabo un ministerio de varios años que dio muchísimos frutos.
Resuena en mí su trabajo con los cañeros de Artigas en las marchas a la capital, brindando alojamiento, alimento y atención pastoral a quienes llegaban agotados de la caminata y de la lucha por sus derechos. También su trabajo junto al Padre Martín de la Iglesia Católica, aportando al bien de la comunidad cerrense, y tantos otros… En fin, un trabajo pastoral enorme e incansable, en silencio y sin pausa, siempre tomado de la mano de su Maestro y Señor.
Tuvo una compañera de vida, su esposa Carmen Neves, con quien procreó 4 hijos: Eduardo, Alicia, Jorge y Fernando, quienes los llenaron de besos y mimos con nietos y bisnietos. Y él les dejó a todos ellos su mejor testamento: su testimonio del AMOR de Dios derramado en su vida dedicada a amar y servir como aprendió de su Señor y Salvador.
Buen viaje querido Pastor y amigo, no me cabe la menor duda que arriba ya había un lugar hermoso preparado para ti siervo fiel y perseverante en la causa del Reino y su justicia.
Mary Estefan
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