Criselda Serrón, viviendo para servir
El 24 de mayo de 1738, Juan Wesley vivió una experiencia, que se ha denominado de conversión, que él describe con las siguientes palabras:
Sentí arder mi corazón y supe que Dios me perdonaba todos mis pecados.
Wesley había ido de mala gana a una reunión de los cristianos moravos y fue allí, en la calle Aldersgate, en Londres, donde nace a la fe que tanto buscaba.
Podemos pensar que este movimiento, llamado en forma peyorativa, Metodista, por su manera metódica de vivir la práctica de sus creencias fue, desde su comienzo, abierto a distintos tipos de experiencia de vida en la fe, y eso ha resultado una riqueza. Un corito o canto, que se le atribuye a Juan Wesley dice:
No importa a la iglesia que vayas, si detrás del calvario tú estás, si tu corazón es como el mío, dame tu mano y mi hermano serás.
En este mes, que lo dedicamos a recordar aquel acontecimiento, la Federación Femenina Evangélica Metodista del Uruguay (FFEMU) ha sentido que es importante traer a la memoria el ejemplo de algunas mujeres que nos alientan en nuestro diario caminar.
En este caso lo hacemos a través de Criselda Serrón, de tradición bautista, quien más tarde se sumó a la Iglesia Metodista. Su vida estuvo dedicada al Hogar de niños Amanecer, el que fundó junto con su esposo el pastor bautista Juan Antonio Louise.
Una vez que su esposo perdió la vida, intentando salvar a un niño que se estaba ahogando, cosa que logró, ella se puso el Hogar sobre los hombros y durante 30 años se dedicó, por entero, a esa tarea de servicio.
Criselda falleció en Montevideo en el año 1986, dejando una herencia de amor y perseverancia. Se puede decir que ella cumplió las palabras del apóstol Pablo ya que siguió firme y constante, creciendo en la obra de Dios siempre, sabiendo que su trabajo para Dios no era en vano, (1 Corintios 15:58).
Damos gracias a Dios por su vida dedicada a los niños más desvalidos.
TESTIMONIO de Gladys Cuña
Hacen ya 65 años nacía el Hogar Amanecer gestado por el amor y compromiso cristiano cuando conmovidos por las situaciones de maltrato, vulneración de derechos, abusos que padecían niños de contextos vulnerables el matrimonio Louise-Serrón tomó la decisión de transformar su casa en un hogar que recibiera a estos niños para que no vivieran situaciones de riesgo y peligro.
Este matrimonio conformado por el pastor de la Iglesia Bautista Juan Antonio Louise y su esposa Criselda Serrón ha dejado su impronta de compromiso, de fe y servicio basado en las enseñanzas de Jesús que hasta hoy hemos sentido los que nos vinculamos con el Hogar.
Más aún, en lo personal nos ha significado un gran ejemplo el legado de Criselda que al fallecer su esposo continuó junto a sus dos hijos al frente del Hogar. Sobrellevar esta obra con la nueva situación familiar la motivó a que solicitara apoyo en las iglesias para continuar con esta misión.
En el año 2003 la Iglesia Metodista en el Uruguay (IMU) y la Congregación Evangélica Alemana de Montevideo (CEAM) se unieron y formaron la Federación Hogar Amanecer, con personería jurídica propia, continuando con la misión de servicio a los niños, niñas y adolescentes (NNA) que han sido vulnerados en sus derechos, trabajando para que esos derechos se restablezcan siguiendo las enseñanzas de Jesús, en su opción por transformar las vidas de los que sufren la injusticia con acciones compasivas al servicio del más necesitado.
En la actualidad la Federación Hogar Amanecer como OSC (Organización de la Sociedad Civil) es responsable de dirigir un Proyecto Socioeducativo dirigido a NNA que atiende a 40 chicos y chicas desde los 5 a los 18 años. Se trabaja en convenio con INAU (Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay) en modalidad de CAFF (Centro de Acogimiento y Fortalecimiento Familiar), lo que significa que no solamente es un hogar de residencia, sino que también se busca que los NNA encuentren la posibilidad de vivir en familia (de origen, amiga o de acogida), promoviendo que los residentes del Hogar estén el menor tiempo posible internados en la institución.
Para realizar este desafío el Hogar cuenta con un staff de personal capacitado y comprometido en las distintas áreas, educadores, mantenimiento, limpieza, cocina, administración, también un grupo profesionales (Asistentes Sociales, Psicólogas, técnica en dificultades de aprendizaje) que están consustanciados en el proyecto.
Como en toda familia, en especial en ésta gran familia que es el Hogar, en la convivencia diaria compartimos momentos de alegría, festejos, paseos, esparcimiento, campamentos y también de los otros no placenteros que son expresión del sufrimiento que los chicos padecen (salidas no autorizadas, hospitalizaciones, presencia en las comisarías). Son momentos de crisis y descompensaciones en los cuales hay que brindarles más cuidados a los chicos y chicas, acompañarlos en su dolor. Ese sufrimiento nos afecta mucho anímicamente a todos los que trabajamos en el Hogar, en esos momentos sentimos con más fuerza la presencia del Espíritu Santo que está con nosotros y nos fortalece. Para llevar adelante este proyecto de trabajo en el Hogar es fundamental el rol que implica estar en la función de Dirección, que ha estado, en los años que fui parte del equipo, bajo la responsabilidad de las hermanas Silvia Peri de CEAM y de Alicia Almeida (IMU).Trabajé ocho años en tareas administrativas junto a Silvia y dos acompañando a Alicia. De la dos es importante destacar la entrega, compromiso y capacidad para desarrollar esta importante tarea, al frente de tan querida obra de servicio de nuestras iglesias.
Agradezco a Dios estos diez años de trabajo en el Hogar que significaron un gran desafío a mis 55 años, que me permitieron vivir años muy gratos y me dieron la posibilidad de amar y servir confiando que cada día Jesús estaba junto a mí y que el Espíritu Santo guiaba mi caminar.
Montevideo, mayo de 2022.
Colaboran: Beatriz Ferrari y Mirtha E. Coitinho.
Testimonio y foto actual: Gladys Cuña.
Fotos del Archivo de la pastora Mirtha E. Coitinho.
Categorías: Historia