El origen del «Día de la Madre»
Las primeras celebraciones del “Día de la madre” se remontan a la antigua Grecia.
El origen del “Día de la madre”, tal como lo conocemos hoy procede de Estados Unidos, donde fue instituido en memoria de Anna Reeves Jarvis esposa de un pastor metodista.
Su hija Ana Jarvis, maestra de escuela pública, tenía una relación muy estrecha con su madre que falleció el 9 de mayo de 1905. Dos años después de la muerte de su madre, Ana reunió a un grupo de amigos para trabajar juntos, para que se estableciera un día dedicado a las madres. Iniciaron una campaña con folletos y artículos en periódicos comunitarios para lograr que las autoridades declararan una fecha oficial como el “Día de la madre”.
En al año 1908 en la Iglesia Metodista de St. Andrews, de Grafton, Virginia Occidental se ofreció la primera ceremonia no oficial en honor a las madres. Fue un 10 de mayo del año 1908 cuando se celebró un evento masivo al que asistieron 407 madres con sus hijos.
Ana como pieza importante de dicho evento, entregó a cada madre presente un clavel blanco, flor favorita de su madre.
Finalmente en 1914 el Congreso de Estados Unidos aprobó la fecha del segundo domingo de mayo como “Día de la madre”, lo cual fue apoyado por el presidente Wodrow Wilson.
Sin embargo la festividad impulsada por Ana Jarvis comenzó a mercantilizarse de manera tal, que se desvirtuaba el origen de la celebración.
Ana luchó con insistencia, incluso fue arrestada por disturbios durante una reunión de madres que vendían claveles blancos a 1 dólar, para devolverle el verdadero significado a la celebración que ella había impulsado.
Como Iglesia Metodista queremos rescatar el verdadero sentido de este día, dando gracias a Dios por la vida de todas las madres y alejándolo de todo sentido comercial.
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