Empanadas rellenas de amor y compromiso comunitario
Una actividad ejemplar de la congregación de Mercedes de la Iglesia Metodista en el Uruguay
Informe de Niela Tarca y Pastor Jairo Alfredo Roa
Es común recibir llamadas telefónicas a la casa pastoral preguntando si esta semana habrá empanadas para la venta. También es común participar en diferentes espacios y escuchar a las personas preguntar o comentar por las empanadas de la Iglesia Metodista. Esta es una actividad ejemplar y digna de admirar.
Durante la semana anterior a la venta comienzan los preparativos, confirmando quienes estarán para ayudar y definir las compras a realizar. Una vez definida la lista de personas, de insumos y de responsabilidades, el día martes generalmente en las horas de la tarde comienza el trabajo. Es una actividad que requiere de mucho trabajo y responsabilidad. No cualquier persona de la iglesia puede asumir esta tarea, se requiere de la tradición, de la experiencia y de los “secretos” que se han mantenido por varios años. Con algunos de los “preparativos listos” la mayor actividad comienza el día siguiente a las 6:00 de la mañana. A partir de esa hora se van uniendo diferentes personas a la actividad, algunos son miembros de la iglesia, otros son simpatizantes y otros son solo amigas que quieren colaborar y apoyar con esta extraordinaria actividad.
Todo está perfectamente coordinado: la disposición de las mesas de trabajo, los insumos necesarios, la limpieza del lugar, el relleno, y los pedidos listos. Varias personas de la iglesia, tienen una lista de clientes, a quienes llaman en los días anteriores para informar sobre la venta de empanadas. Los pedidos pueden llegar hasta 800 empanadas o más. Las empanadas se distribuyen casi en toda la ciudad, algunas personas vienen a la iglesia por ellas y otras se reparten en las casas o lugares de trabajo.
La preparación del relleno, la masa, el armado, el empaque y la distribución requiere de muchas personas que tienen entre 18 años y más de 90 años. Todos se integran como un solo equipo, un solo corazón y trabajan con todo el amor, sin descanso por varias horas para lograr el objetivo.
Las empanadas están rellenas, de carne, huevos, aceitunas, uvas pasas, y los “secretos” de las hermanas mayores que se han esmerado por años para hacer de esta actividad un compromiso maravilloso y comunitario. Lo más importante además de lo exquisito del sabor es el amor y el compromiso que se le coloca a cada una de las empanadas, de tal manera que las hace super especiales.
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