Margarita Grassi y su legado

20 noviembre 1928  †  2 diciembre 2020


Me gusta recordar a Margarita desde sus tres amores:

  • Dios y a la Iglesia Metodista
  • El Instituto Crandon
  • La familia, que siempre estuvo en un lugar privilegiado en medio de su diversa e intensa actividad.

Junto con la misionera Lois Finke fundaron la Escuela y Liceo Crandon Salto (en una casona en la calle Rivera) en un ambiente difícil ya que los colegios eran todos católicos.

Muchos años después, en tiempos de dictadura, fue directora del Instituto Crandon. En cierta oportunidad un general, de altísimo cargo, que enviaba a su hija a la institución afirmó que quería que un soldado vigilara a su hija. Margarita le contestó: De ninguna manera permitiré que un soldado esté en el colegio vigilando a su hija. Aquí mando yo, Ud. podrá mandar afuera, pero aquí dentro no. Fueron años difíciles para la Dirección del Colegio.

Tanto en Crandon Salto, como en el Instituto Crandon, ocupó distintos cargos docentes y de dirección siendo reconocida por su eficiencia y consagración, pero fundamentalmente por su amable trato y respeto por las personas que le acompañaban.

Fue la primera mujer laica en ser elegida presidente de una Iglesia Metodista. En ese momento trabajaba hasta las 16 hrs en Junior College (hoy Instituto Metodista Universitario Crandon), y luego se trasladaba a las oficinas de la Iglesia.

Una persona afirmó que su característica principal fue su actitud pastoral hacia todos, dentro y fuera de la Iglesia. Cada vez que recibía una buena noticia de un pastor o laico lo primero que hacía era enviar un mensaje de felicitaciones. Si algún pastor o laico atravesaba un momento difícil, inmediatamente enviaba un mensaje de apoyo, que en muchas ocasiones finalizaba con un te recuerdo en pensamiento y oración. Estaba bien informada de la situación de todos y contaba siempre con el apoyo del cuerpo pastoral.

Recibía como presidente de la Iglesia, la invitación a las reuniones de Obispos en Estado Unidos. Allí nadie comprendía como una mujer laica podía ocupar ese cargo. En cierta ocasión fue invitada a una celebración en la Nunciatura de Montevideo. Tampoco el nuncio comprendía, quizás ayudó que la acompañara el pastor y vicepresidente del momento.

Fue integrante del Consejo Mundial Metodista, y asistió a la Asamblea de dicha organización en Singapur acompañada por el vicepresidente (quien suscribe), y la joven Carolina Bonilla. Años más tarde fue homenajeada por este mismo Consejo, y en el templo San Pablo (capilla del I. Crandon), la presidente del momento, Sra Beatriz Ferrari, le entregó el reconocimiento.

Durante los últimos años pude visitar semanalmente a Margarita. Además de compartir las noticias del momento, me contaba de tantas experiencias que tuvo a lo largo de su vida. Muchas veces nos acompañaba Yalta, la mujer que con tanto cariño cuidó hasta el fin.

Seguramente siempre pudo afirmar con Juan Wesley,

Lo mejor de todo es que Dios está con nosotros

Damos gracias a Dios por su vida, y que su ejemplo pueda ayudarnos a todos en nuestra vida y a nuestra Iglesia en los próximos años.

 


Diego Frisch

Categorías: Historia