Navidad 2023
El Evangelio del amor de Dios comienza en la Navidad.
Como comunidad de creyentes en Cristo, el la Iglesia Metodista nos hemos reunido alrededor de «ese amor», fundamento de todas nuestras doctrinas y nuestras prácticas.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna
Juan 3:16
En ese sentido, cada año en Navidad, somos invitados a reafirmar y a compartir nuestra fe en Dios y en su bondad, que atraviesa todas las fronteras por amor a nosotros.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:14
El amor de Dios no se limitó a las palabras, ni tampoco a la acción desde fuera de la Historia, sino que lo movió a sumergirse en nuestra historia, asumiendo nuestra humanidad, nuestra fragilidad, nuestra experiencia humana.
El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra
Lucas 1:35
Lo imposible se vuelve posible por obra y gracia de Dios, por su poder. Los tiempos presentes y el futuro nos desafían a salir al encuentro de la vida, es la invitación que se nos hace a todas y todos en Navidad, a responder con cuatro actitudes:
– Poniendo el amor en acción: que nuestro amor sea explícito y concreto, un amor que asuma compromisos y que experimente el gozo que viene de entregarse a la causa del Reino de Dios.
– Atravesando barreras: para salir de nuestros lugares comunes, de nuestras seguridades, nuestras zonas de comodidad, no sólo físicas sino también mentales, abriéndonos al asombro y a lo nuevo.
– Asumiendo nuestra humanidad: reconociendo y disfrutando nuestra diversidad, nuestras diferencias de toda índole, aceptando la incompletitud de todo lo que hagamos, las contingencias, y también los errores como posibilidad de aprendizaje y mejora.
– Viviendo en el Espíritu: con cuidado y atención de nuestra espiritualidad y la de nuestros seres queridos, alimentándonos de lo que nos ayude a crecer en este sentido, en la oración, en la adoración y en la meditación no sólo colectiva sino también individual.
Con estos deseos, y seguros de la presencia de Dios en medio de nosotros, con su promesa de paz y su buena voluntad para con toda la Creación, los saludamos en la paz del Señor.
Categorías: Mensaje