¿Nuestro consumo, consume?
Centro Emmanuel
2 y 3 de setiembre
¿Nuestro consumo, consume?
Los caminos largos empiezan con un paso corto y la mayor parte de las veces quien empieza a caminar no tiene idea de los lejos que llegará. Pero gracias a Dios por quienes los empiezan. La ecoteolgía como espacio de reflexión constituido es nuevo en el Centro Emmanuel, los primeros pasos seguramente fueron dados hace mucho, cuando no se tenía siquiera el nombre. En el camino estamos
Apenas terminado el encuentro conversamos con algunos de los coordinadores y participantes que lo evaluaron positivamente. Su realización ya habla de una inquietud materializada. Que el Centro Emmanuel cuente desde el año pasado con un grupo de «Ecoteología» es un aspecto importante. Que este grupo esté conformado fundamentalmente por jóvenes de nuestras iglesias, metodista, valdense, reformada, lo es más todavía. Y más todavía cuando son jóvenes que vienen desde la formación en diferentes disciplinas, agronomía, bioquímica, educación, sociología, ingeniería electrónica, teología encuentran esta preocupación común por el cuidado del medio ambiente como un compromiso de fe cristiana.
«Básicamente la Ecoteología es una reflexión teológica que toma como eje a la ecología y que a la vez sirve como puente entre dos prácticas que el Centro Emmanuel viene desarrollando desde hace mucho tiempo: la actividad de la granja y la formación bíblica», dice Javier Pioli, secretario de Teología del Centro e integrante del grupo de Ecoteología. El Consejo Directivo del Centro Emmanuel desde hace tiempo venía procurando unir las dos ramas de su actividad. «Hay que pensar que la Teología no es un pensamiento elevado por encima del mundo sino que es la reflexión que sostiene nuestras prácticas desde una perspectiva de fe», confirma.
Los coordinadores del taller destacaron que la instancia fue una continuidad con otras actividades desarrolladas con grupos de jóvenes de las iglesias en este último año. Hubo un encuentro en Colonia Valdense, otro en Montevideo en el que se trabajó sobre huerta orgánica. «Puede llamar la atención esto de la huerta en Montevideo, pero es parte de esa mirada integradora que nos motiva,» dijeron. «En este encuentro apuntamos a rescatar aspectos vivenciales buscando poner énfasis en los aportes que puede hacer nuestra conducta cotidiana, muchas veces con cambio de nuestros hábitos. No todo depende de grandes movilizaciones ni todos tenemos que ser agrónomos para hablar de la tierra», señalaron. El taller tuvo además un componente práctico muy importante. «Recorrimos el predio, plantamos tomates, vimos cómo se hace el compost.»
La comprensión debe ser previa a todo juicio
Estuvieron de acuerdo en señalar que la propuesta del grupo de Ecoteología es reflexionar sobre nuestras prácticas desde una actitud de búsqueda y construcción colectiva, no de condena lisa y llana a formas de producción que no siempre quien las lleva adelante tiene la posibilidad de elegirlas. Se es consciente de que vivimos en una realidad muy compleja y somos parte de contradicciones. «Nuestra perspectiva no es de choque y de juicio. Todos tenemos una historia particular. Tratamos de entender que podemos hacer cambios sencillos y progresivos que nos llevan a otros que no hubiéramos imaginado posibles. Son pequeñas cosas que pueden llegar a cambiar la matriz productiva de un país»
Cuando la doctora Graciela Castellanos abordó el tema de la alimentación el domingo por la mañana, fue también éste el énfasis. «Es irrealizable la dieta perfecta», pero sí es posible mejorarla y hacerlo a partir de esos cambios pequeños pero al mismo tiempo grandes.
Otro aspecto de la reflexión en el taller fue el de la generación de residuos y su tratamiento. Toda actividad humana los genera, el asunto es cómo proceder con ellos. También aquí el tema de los hábitos es fundamental. El asunto es ser críticos y buscar alternativas al use y tire, o aún tire sin usar. Lo que compramos viene envuelto y encajado en envases que no podemos elegir, que muchas veces no tienen razón de ser, pero están y los tenemos que llevar para tirar. Van a la bolsita con todo lo demás y desaparecen de la vista. Y como para una conciencia no crítica lo que no se ve no existe, problema resuelto.
El consumo no sólo es lo que se consume, es cómo se produce y qué se desecha. Si tenemos una forma de consumo consumista, necesitamos una forma de producción extractiva y depredadora que la satisfaga, y como consecuencia descartaremos mucho más de lo necesario. No se puede ver por tramos, nuestra vida es un todo, y somos parte de ese todo por el Señor creado.
El taller terminó. La reflexión está en proceso. La Ecoteología es un ámbito.
Escrito por Oscar Geymonat, para el boletín Cuestión de Fe,
publicación de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata
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