Oraciones por el conflicto bélico en Ucrania
Oremos por la guerra en Ucrania, por los ya trágicos costos y porque la situación no siga escalando. ¡Cuánto nos cuesta a los seres humanos asumir un serio compromiso con la paz!
Nosotros no podemos hacer nada por la situación en Ucrania más que orar, pero sí podemos hacer mucho por la paz en nuestro ámbito y en nuestras relaciones cotidianas. Vivamos con la esperanza y el compromiso que anima el salmo 85:
la misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron
¡Hay mucho por hacer para que la misericordia, la verdad, la justicia y la paz crezcan! Pero cómo dice el dicho africano:
Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo
Oración por el conflicto armado entre Rusia y Ucrania
En virtud de los lamentables acontecimientos bélicos en el este de Ucrania, compartimos la siguiente oración, que podemos estar realizando, pensando en la vida y la integridad de los miles de niños, mujeres y hombres que corren peligro en dicha región. Oramos con fe y confianza:
Dios omnipotente, enciende te suplicamos, en cada corazón del mundo, el verdadero amor por la paz, y dirige con tu sabiduría a los que deliberan en nombre de las naciones de la tierra, especialmente los involucrados en el actual conflicto en la región del Dombás; para que en tranquilidad prevalezca el diálogo, la razón y el bien que permitan llegar a un acuerdo lo antes posible. Te rogamos por las iglesias cristianas de Ucrania y de Rusia: fortalécelas en su esfuerzo para que la tierra se colme con el conocimiento de tu amor y para que fieles al Evangelio permanezcan seguras y firmes en defensa de la paz y la concordia de hermanos y hermanas que tal como nos ha enseñado Jesús te decimos unidos Padre nuestro que estás en los cielos…
Adherimos al mensaje del Consejo Latinoamericano de Iglesias
9 Bienaventurados los pacificadores,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Mateo 5:9
Mientras en cualquier latitud del mundo un país violente a otro para asegurar sus posiciones y posesiones, habremos perdido todos. Mientras algunos llenos de poder jueguen con la vida de las naciones, como quien manipula muñequitos de papel sobre la maqueta de un mundo movido por intereses económicos egoístas, la paz la perdemos todos. Mientras un soldado de cualquiera de los lados de una fronteras sea llamado a empuñar un arma y vestirse para la guerra, un padre, una madre, una hija, un hermano, una pareja se arrodillará implorando por su vida y los muertos no los pondrán todas, los pondrán los que menos tienen.
Por eso a la guerra le decimos no, porque la violencia nunca es el mejor camino. Por eso a los poderosos les llamamos a la cordura y a un retroceso en la escalada de la violencia. Y por eso como personas de fe oramos por la paz, nos comprometernos con la justicia y nos solidarizamos siempre con quienes más sufren.
En tu amor y ternura, oh buen Dios, bendícenos con tu paz.
Amén
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