Jesús ante Pilatos
Querida comunidad:
Este domingo, al concluir el año litúrgico, celebramos el Reinado de Cristo. El evangelio del día nos sitúa en el interrogatorio de Pilato a Jesús, quien declara que es rey, pero que su reino no es de este mundo.
Un “Reino que no es de este mundo” desafía nuestra comprensión, ya que nuestros conceptos son limitados y terrenales. Jesús afirma que ha venido para ser testigo de la verdad. Pero, ¿qué es la verdad?
Nadie la posee. La verdad no puede ser encerrada en conceptos humanos; trasciende nuestras ideas, creencias y construcciones mentales. Es una realidad viva que desnuda nuestras pretensiones y cuestiona nuestras certezas. Más que algo que podamos definir, la verdad es una experiencia que se vive con humildad. Jesús dijo:
Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6
Jesús anunció el Reino de Dios como un reino inclusivo, radicalmente distinto de las expectativas de su tiempo y de muchas ideas actuales. Este Reino ya está presente entre nosotros y no se basa en estructuras humanas ni en el poder terrenal. Es Dios mismo actuando en medio de nosotros, manifestado en vida, verdad, justicia, paz, gracia, amor y respeto.
Este Reino nos invita a una esperanza audaz, a una fe que se traduce en prácticas concretas de amor y respeto hacia todas las formas de vida. Vivir el Reino significa comprometernos a construir espacios de justicia, reconciliación y cuidado mutuo, donde la dignidad de cada criatura sea reconocida y celebrada.
Que este tiempo de pre-Adviento nos inspire a renovar nuestra esperanza y nuestras acciones para hacer visible el Reino de Dios entre nosotros.
Categorías: Reflexiones