Día de Todos los Santos

1 DE NOVIEMBRE

Día de Todos los Santos

Históricamente, la Iglesia ha confesado en el Credo la comunión de los santos, que incluye no sólo a todos los creyentes vivos, sino también a todos los que nos han precedido.

Cuando celebramos la Mesa de Comunión, experimentamos la comunión de los santos, regocijándonos con los creyentes del pasado, presente y futuro (el canto del «Santo, Santo…» que precede a la institución de la Santa Cena). El autor de Hebreos 12 recuerda a estos santos como, una gran nube de testigos, que nos rodea y nos anima espiritualmente.

Los metodistas entendemos que los santos son creyentes que ejemplifican la vida cristiana. Por lo tanto, todas las cristianas y cristianos nos esforzamos por ser santos en la forma en que vivimos nuestra fe.

Reconocemos que los primeros seguidores de Jesús eran santos. Por ejemplo, existen y es común que hayan iglesias metodistas llamadas San Pablo, San Lucas o San Pedro.

No se ora, no se adora a los santos ni pensamos en ellos como mediadores ante Dios en nuestro nombre. Todos los creyentes disfrutan de acceso inmediato a Dios. No existe en la Iglesia Metodista un proceso de canonización para la santidad, ya que no separamos a los santos como un grupo de creyentes especiales. Más bien, llama santos a todos los creyentes.

Y por último, a diferencia de la Iglesia Católica, el 2 de noviembre conocido popularmente como el «Dia de los fieles difuntos» no forma parte de nuestro calendario eclesiástico, ya que fue adoptada por esta en el siglo XVI fecha en que nuestra raíz la Iglesia Anglicana ya estaba rompiendo su acuerdo con ella.

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