El Gozo de una Madre

Reflexión
Isaías 66:7-11 nos invita a contemplar la imagen de una madre que, tras los dolores del parto, abraza con gozo indescriptible la vida nueva que ha dado a luz. Este pasaje nos habla de restauración y esperanza, del cumplimiento de las promesas Divinas que transforman el lamento en alegría, el vacío en plenitud.

En Adviento, experimentamos algo similar al reflexionar sobre el nacimiento de Cristo. Es un gozo que supera las circunstancias, que brota de lo profundo porque sabemos que Dios está con nosotros. Este gozo no es superficial ni pasajero; es la certeza de que Su amor nos sostiene, como una madre que nutre y consuela a sus hijos.

Pero este regalo no es solo para nosotros. La alegría de la venida de Cristo es para toda la creación, para el mundo que tanto necesita consuelo y renovación. Hoy, se nos desafía a ser portadores de este gozo, compartiéndolo con quienes nos rodean, especialmente con aquellos que aún viven en tristeza o incertidumbre. ¿Cómo puedes ser un reflejo de este gozo en Tu comunidad?

Oración
Oh Dios de amor y consuelo, gracias por el gozo que traes a nuestras vidas a través de Cristo. Como una madre que nutre con ternura, Tú nos sostienes y nos llenas de esperanza. Ayúdanos a vivir en esa alegría profunda y duradera, y a compartirla con quienes más la necesitan.

Que nuestras palabras y acciones reflejen la maravilla de Tu salvación y que, como Sión, demos a luz nuevas oportunidades de vida, paz y amor en este mundo. Amén.

Pensamiento del Día
El gozo de Cristo nos llena y nos envía a compartir Su amor con un mundo sediento de esperanza.

Categorías: Reflexiones