Voluntarios en Misión
El proyecto de Voluntarios en Misión de la Iglesia Metodista Unida de los Estados Unidos en Uruguay, UMVIM por sus siglas en inglés, comenzó en un ascensor en las oficinas de la Junta General de Ministerios Globales, con el encuentro con una mujer de Pennsylvania que había vivido en Uruguay en los años 50. En dicha conversación surgió la idea de que ella entusiasmara a su congregación o Distrito a enviar un grupo de Voluntarios en Misión a Uruguay. Luego de ese encuentro, ella y su esposo junto con su pastor y esposa, visitaron nuestro país, se les llevó a conocer las iglesias del norte y de Montevideo. Con una buena impresión de su visita, los cuatro partieron de nuestro país con la promesa de enviar un grupo de voluntarios en el año 2004. En el mes de setiembre llega el primer grupo a trabajar en la Iglesia de La Cruz en Salto. Fue una experiencia maravillosa y fue tal el entusiasmo de ese grupo que prometieron regresar. Así lo hicieron, y en el año 2007 vinieron varios miembros del primer grupo como nuevos, esta vez a trabajar en el Campamento Renacer en Paysandú.
Mientras tanto, otras iglesias en Estados Unidos se fueron enterando que Uruguay invitaba a grupos de voluntarios a trabajar en diferentes proyectos. |
Fue así que un nuevo grupo de Seattle, Estado de Washington nos comunicó su deseo de venir en julio de 2006. Esta vez fue la Iglesia del Camino que con alegría los recibió y fue nuevamente una experiencia riquísima tanto para el grupo de voluntarios como para la congregación en Malvín.
En octubre de ese mismo año recibimos a un grupo del Estado de Maryland. A ellos se les sugirió venir a la Iglesia de Aguada. Al igual que en los dos casos anteriores, la experiencia fue rica y el entusiasmo de la gente, tanto de Estados Unidos como de Uruguay fue creciendo. Este grupo de voluntarios también prometió regresar y así lo hicieron en 2007 y 2008, esta vez al Campamento Renacer, ya que es un lugar que requiere mucho trabajo. |
En el año 2007 también recibimos un grupo nuevo del Estado de Mississippi. El líder del grupo había vivido varios años en Uruguay y estudiado en el Instituto Crandon. Por esta razón, su entusiasmo era aun mayor. A ellos se les sugirió trabajar en Trinidad. Ese año lo dedicaron a mejorar las instalaciones del Barrio Primavera. Nuevamente el entusiasmo de la gente de ambos lados fue enorme. Prometieron regresar en 2008 y así lo hicieron, al cumplir un año de su visita anterior, estaban nuevamente en Trinidad. Trabajaron esta vez en el templo y dijeron que regresarían porque quieren ver terminado el trabajo.
En el año 2008, fuimos nuevamente bendecidos con la presencia de cuatro grupos, dos de los ya mencionados, uno nuevo de Texas que trabajó en La Casa de la Amistad y otro de Colorado que fue también a Trinidad. Nuevamente hay que destacar el entusiasmo del grupo de Texas. Ellos se «enamoraron» de la guardería de niños y de la Iglesia y su gente como también del trabajo del Instituto de Buena Voluntad. Prometieron regresar en 2009. |
Lamentamos que dada la crisis económica, su iglesia decidió que este año no se harían viajes al exterior, por lo que ellos esperan poder venir nuevamente el año próximo.
El grupo de Colorado fue diferente y un desafío para nuestras iglesias. La líder, Jeannette Augenstein quien es la persona que fielmente ha venido por tres años consecutivos a enseñar patchwork, había soñado regresar con un grupo de voluntarios, pero por distintas razones muchos de los que se habían anotado tuvieron que cancelar por lo que quedaron dos mujeres para hacer trabajo voluntario y una para trabajar junto con ella en el proyecto UBUNTU de patchwork. Al enterarnos de que el grupo se había reducido a solo dos mujeres, desafiamos a nuestras congregaciones a enviar «voluntarios uruguayos». Nueve voluntarios se anotaron, siete de Montevideo y dos de Bella Unión. Por diferentes razones, dos de los voluntarios de Montevideo y los dos de Bella Unión no pudieron concurrir, pero no por eso dejó de ser una experiencia enriquecedora tanto para las mujeres de Colorado como para los de aquí.
Y comenzamos este 2009 con el grupo de Mississippi quien estará nuevamente con nosotros en Trinidad, en el mes de marzo. En setiembre regresa el grupo de Pennsylvania y en octubre el de Maryland, ambos para continuar con el trabajo en el Campamento Renacer. En noviembre estaremos dando la bienvenida a un nuevo grupo, esta vez del Estado de Oklahoma. Ellos irán a la Iglesia de Mercedes, una iglesia que bien merece recibir a este grupo quien estará trabajando en la tan deseada nueva cocina. Hemos también invitado a una iglesia en el Estado de Florida. Ellos están viendo la posibilidad de venir también para trabajar en Mercedes, pero aun no han concretado nada aunque sabemos que hay interés.
Demás está decir que este programa de Voluntarios en Misión ha sido una bendición muy grande para nuestra iglesia. No hubo un solo grupo que se haya ido sin un tremendo interés en la IMU. Es muy importante que nuestras congregaciones entiendan que esta gente no solo paga su pasaje sino que pagan parte de sus gastos y trabajan durante meses haciendo festividades, ventas, etc. para recaudar fondos con el fin de cubrir los gastos de materiales para el trabajo que vienen a hacer. |
En TODOS los casos, esta gente ha sido muy generosa ya que no solo cubren todos esos gastos sino que, una vez en el lugar de trabajo, salen a comprar cosas que hacen falta como herramientas, diferentes aparatos, juguetes, etc. Es tanto lo que hemos recibido de ellos, trabajo, materiales para el trabajo con niños, ropa, instrumentos musicales, etc. que es difícil poderles retribuir por todo lo que han hecho por nosotros. Pero lo más grande, es el cariño que nos han demostrado una y otra vez. Además nuestra iglesia es ahora conocida en sus iglesias, distritos y conferencias.
De todos estos grupos, destacamos a dos de sus integrantes. La menor de ellas vino con solo 14 años y la mayor que este año ¡cumplirá 83! Marilyn, ha venido ya tres años consecutivos y nos dijo que si Dios le da vida y salud, estará nuevamente con nosotros en octubre de este año.
Es importante destacar que cada uno de estos grupos también ha conquistado a las congregaciones donde han trabajado. Cada una de nuestras iglesias ha sido renovada y enriquecida por su presencia. |
Damos gracias a Dios por esta gran bendición que se transforma en un desafío muy grande para nuestras congregaciones. Si ellos pueden venir desde tan lejos, usar tiempo de sus vacaciones para trabajar en lugar de ir a descansar, ¿no podemos hacer nosotros bastante más por nuestra querida iglesia? Hagamos todos también un esfuerzo para mantener nuestros edificios sabiendo que nos pertenecen y que son el lugar que cada uno de nosotros ha elegido para adorar a nuestro Dios.
Stella Frisch
Coordinadora de los Grupos de Voluntarios
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